
La escuela “Educación y Patria” fue fundada el 12 de marzo de 1890, por San José María de Yermo y Parres, a petición del Señor Obispo Don Crescencio Carrillo y Ancona y del Señor Eusebio Villamil, quien quería fundar una obra de caridad para impartir educación cristiana a niñas y jóvenes, ya que en esa época no existía en Yucatán ninguna escuela que ofreciera este tipo de formación.
Las religiosas que llegaron para la fundación de la escuela fueron: la Madre Refugio Ladrón de Guevara, primera directora del establecimiento educativo y las hermanas, Guadalupe Hernández, Josefa Medina y Angustias Zúñiga. Esta obra educativa recibió, en sus inicios, el nombre de Providencia de Señor San José.
La fundación, además de recibir alumnas externas, contaba con un numeroso internado de niñas pobres y huérfanas. El bien que se hacía por estas niñas y jóvenes fue muy apreciado por la Sociedad Yucateca, que estimó desde el principio y en su justo valor, la labor de las religiosas Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres.
La escuela ha estado siempre ubicada en el mismo domicilio (edificio central C.64 x 57), aunque en extensión ha ido creciendo al adquirir predios aledaños que le permitan prestar un mejor servicio. Actualmente, el Colegio Educación y Patria, brinda servicios educativos en los niveles de Preescolar, Primaria, Secundaria, Preparatoria incorporada a la UADY y una Licenciatura en Educación Primaria.

La institución es una de las más importantes en el estado de Yucatán, reconocida por su prestigio y tradición educativa como una auténtica formadora en valores humanos y cristianos; fiel a la misión y visión que la inspira. Toda la comunidad educativa se esfuerza, día a día, para favorecer la formación de hombres y mujeres con personalidades fuertes, capaces de asumir responsablemente los retos del momento histórico que les toca vivir, siendo agentes de transformación personal y social en la construcción de sociedades más justas y fraternas.

El fundador de la institución (Padre Yermo) siempre vio en la educación la liberación de todas las esclavitudes, pues conocía la amplitud de esta hermosa tarea: formar el corazón y la inteligencia.